Las Tablas de Daimiel han visto peligrar su ecosistema, y en consecuencia su situación de protección, debido al agotamiento de uno de sus elementos básicos, el agua.
La sobreexplotación de los acuiferos que nutren a esta zona humeda continental, las distintas políticas hídricas y agrícolas que han permitido cultivos de regadío y las etapas de sequía vividas en los últimos años, han mermado la fuente tradicional de agua que suponía el Guadiana. En definitiva, el uso irreponsable del agua ha llevado al parque nacional a una situación de crítica, que ahora parece mejorar gracias a las precipitaciones de los últimos meses.
Esta nueva oportunidad que la naturaleza nos brinda en forma de agua de lluvia debe ser el punto de partida de una ppolítica rigurosa de gestión hídrica que permita la conservación del entorno protegido.
La sobreexplotación de los acuiferos que nutren a esta zona humeda continental, las distintas políticas hídricas y agrícolas que han permitido cultivos de regadío y las etapas de sequía vividas en los últimos años, han mermado la fuente tradicional de agua que suponía el Guadiana. En definitiva, el uso irreponsable del agua ha llevado al parque nacional a una situación de crítica, que ahora parece mejorar gracias a las precipitaciones de los últimos meses.
Esta nueva oportunidad que la naturaleza nos brinda en forma de agua de lluvia debe ser el punto de partida de una ppolítica rigurosa de gestión hídrica que permita la conservación del entorno protegido.
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